jueves, 17 de diciembre de 2009

El ridículo liberacionista

El embrollo de Liberación Nacional

Mientras la hegemonía o el tanque de oxigeno (según una expresión de una antigua legisladora) del Partido Liberación Nacional se va acabando es gracioso ver las contradicciones en el discurso que han presentado en el último año.

Hace no poco resucitaron la vieja retahila de "la muerte de las ideologías" y del pragmatismo absoluto, presentado en su empaque tico de "no más ismos". Esto se le ha escuchado a los verdiblancos como en el discurso de Oscar Arias del 14 de setiembre o a René Castro en la victoria de Chinchilla frente al Alcalde Diamante.

Gracioso, sin embargo, es que ante la amenaza fascistoide de los libertarios en las elecciones, los liberacionistas ya no ven su principal oponente a su izquierda como han hecho prácticamente siempre, si no que esta vez tienen que someterse a los dolores de la torticulis y girar su enorme cabezota hacia el otro lado.

Resulta que el partido neoliberal que aplicó los Planes de Ajsute Estructural, la apertura (privatización en la práctica) de la banca, y más recientemente el infame TLC con sus leyes de implementa(exclu)sión ahora son los más centristas que hay. Son un partido que "no busca ni un Estado tan grande que blah blah..." Lo que Liberación no recuerda (pero que es claro que sabe) es que en la política de un país neoliberalizado no pueden haber medias tintas.

No hace falta más que ver el arremuco de amor que se tenían el PLN y el ML durante los últimos 4 años pasando juntos de la mano todos los proyectos en la asamblea legislativa para ver como "el pleito" de estos dos partidos no es más que una payasada tan grande como las Becas Avancemos.

Ante el comentario del diputado liberacionista Jorge Méndez sobre la elección de Ofe como defensora del status quo: "La petición que hacen los libertarios, como toda posición de extrema derecha, es un atropello a los derechos de una ciudadana” no puede provocar más que una enorme carcajada.

Aunque tiene razón Don Jorge, los gobiernos de extrema derecha de los últimos 25 años han sido un "atropello a los derechos" de todos y todas las ciudadanas.